Una característica clave que poseen muchos de los mejores atletas del mundo es la capacidad de “desconectar”. ¿Qué significa esto? ¿Desconectar? Como humanos, no estamos hechos para estar funcionando a plena capacidad todo el tiempo. Nuestros motores solo pueden soportar cierta carga, y en algún momento, colapsaremos. En un mundo de constante movimiento, quizás la mejor medicina sea detenerse, respirar profundamente y centrarse en el momento presente.
Si bien es sabido que el ejercicio es una de las mejores formas de medicina para casi cualquier dolencia, a veces también puede ser una fuente de estrés y ansiedad. La preocupación por perderse una sesión, la falta de motivación o la culpa por simplemente no querer entrenar algunos días. Todos experimentamos esto de vez en cuando, sí, incluso los atletas profesionales. El truco está en comprender tus emociones y por qué te sientes como te sientes. Más a menudo de lo que pensamos, cuando te despiertas algunos días y careces alarmantemente de motivación, quizás lo mejor sea escuchar a tu cuerpo y tomarte el día libre. Sin embargo, a veces, aunque te sientas lento y desmotivado, la mejor opción es simplemente comenzar a moverte.
¿Cómo Puede el Ejercicio Reducir el Estrés?
El ejercicio también puede convertirse en un escape para muchas personas. Ya sea que trabajes o vivas en entornos de alto estrés, o que necesites romper con una rutina monótona, el ejercicio puede proporcionar un nuevo estímulo que te ayude a resetear.
Elige Ejercicios que Disfrutes
Aunque esto puede parecer intuitivo, no te dejes atrapar en ejercicios que puedan causarte más estrés. Cuando disfrutas lo que estás haciendo, no parecerá un trabajo, y esto es lo que te permitirá relajarte y disfrutar del momento.
Cambia de Escenario
¿Pasas la mayor parte del tiempo en interiores? Es hora de salir y empezar a moverte. Solo un cambio de escenario puede ayudarte a mejorar tu estado de ánimo y permitirte descomprimirte.
“Subirme a la bicicleta me proporciona una sensación de libertad. La capacidad de dejar todo atrás físicamente y avanzar usando solo mi propia energía es una experiencia liberadora, sin mencionar la sobrecarga sensorial de vistas, sonidos, olores y logros que el simple acto de pedalear me brinda. Cuando regreso a casa después de un paseo, el caos que es ‘la vida’ ya no existe. Estoy tranquilo, relajado y contento.”
Ultra-Ciclista, Jack Thompson
Hazlo una Actividad en Grupo
Ya sea reuniéndote con amigos o familia, crea un evento o un horario semanal donde puedas encontrarte con otras personas que sean solidarias y alentadoras. Cuando puedes hacer ejercicio con otros que también están emocionados por el ejercicio, esto puede ayudar a todos los involucrados a superar sus límites. Asegúrate de rodearte de personas que no afecten negativamente el estado de ánimo y la atmósfera, después de todo, este es tu momento para descomprimirte.
Promueve una Alimentación Saludable
Cuando nos sentimos bien, hay una mayor probabilidad de que tomemos decisiones más saludables en cuanto a la alimentación. Esta idea se auto-propaga, ya que una alimentación más saludable llevará a ejercicios más energizados y, así, el proceso se repite.
¿Qué Tipo de Ejercicio?
¿Son todas las formas de ejercicio las mejores para relajarse? Ciertamente no. Si te sientes sobrecargado, agotado y con niveles elevados de ansiedad, salir en bicicleta para realizar una intensa sesión de intervalos puede no ser la mejor prescripción. Aunque puede ser tentador usar la energía o emociones acumuladas y liberarlas en los pedales, la realidad es que este tipo de sesiones no solo pueden aumentar nuestra fatiga, sino también incrementar nuestro estrés si los entrenamientos comienzan a ir cuesta abajo. En su lugar, enfócate en sesiones donde el objetivo sea recuperarte, tanto física como mentalmente.
Es bien sabido que actividades como el yoga son una excelente manera de centrarte. Este tipo de sesiones pueden ayudarte a enfocarte en tu respiración y no preocuparte por la multitud de pensamientos que bombardean tu mente. Cuando nos centramos, desaceleramos, nos enfocamos en nuestra respiración y comenzamos a sentir realmente dónde estamos en el momento. Si esto te parece demasiado “zen”, puedes relacionarlo con cualquier deporte que prefieras. Si piensas en tus mejores actuaciones, ¿puedes recordar dónde estaba tu mente durante ellas? ¿Estabas pensando en lo que ocurrió antes del evento, preocupado por el resultado, o simplemente enfocado en cada momento y completamente comprometido? Cuando nos adelantamos, ya sea en la vida o en el deporte, es donde encontramos problemas. Aquí es donde los deportes y el ejercicio pueden ayudarnos a aprender lecciones sobre la gestión del estrés que luego podemos aplicar a nuestras vidas fuera del deporte. El ejercicio y los deportes también nos enseñan a enfocarnos solo en las cosas que están bajo nuestro control. No podemos controlar a nuestra familia, amigos, compañeros de trabajo o la multitud de otras situaciones en nuestras vidas que nos causan estrés, pero sí podemos controlar cómo respondemos (no cómo reaccionamos).
Rutinas de Entrenamiento y Alivio del Estrés
Quizás te encuentres en la siguiente situación: quieres hacer ejercicio para reducir el estrés, ¡pero luego te estresas buscando tiempo para ejercitarte! La mayoría de nosotros hemos experimentado esto en algún momento, y la clave para encontrar el éxito: hacer que sea una rutina. Si desarrollas una rutina establecida para tu día, eliminarás la necesidad de estresarte sobre cuándo y cómo “encajar” el ejercicio en tu día. Al igual que tu horario de trabajo o cepillarte los dientes, lo haces habitualmente día tras día, ¿por qué no hacer del ejercicio parte de ello?
Únete a un club o grupo local que se reúna en días y horas específicas, de manera que formes parte de este evento en tu agenda. Prepara tu ropa y equipo la noche anterior para que tengas una decisión menos que tomar por la mañana, y así tengas menos excusas para no incluir el ejercicio en tu día.