¿Ya has empezado a escribir una lista de posibles resoluciones de Año Nuevo? Si lo has hecho, deberías arrancar esa página ahora mismo, quemarla y dejar de perder tu tiempo. ¿Por qué? Porque las resoluciones de Año Nuevo son una mier*#. En serio. Menos de la mitad de las personas que hacen resoluciones de Año Nuevo las logran y solo el 40% mantiene sus resoluciones durante seis meses.
Una de las razones principales por las que las personas fallan tanto cuando se trata de resoluciones es que no se dan cuenta de que son solo una pequeña parte del proceso de cambio. Cualquier objetivo que valga la pena no se logrará tan fácilmente. Tomemos el fitness como ejemplo. No te pones en mejor forma solo porque escribes “Perder Peso” en un pedazo de papel. Necesitas estar comprometido para hacer el trabajo duro. Si no, vas a retroceder una vez que la emoción y el impulso del año nuevo se hayan desgastado.
Para evitar caer en la antigua trampa de las resoluciones vacías, prueba algunas de estas formas científicas de cultivar comportamientos positivos:
- Ten objetivos generales y pequeños puntos de referencia diarios al mismo tiempo.
- Sé específico. En lugar de decir, “Debería ejercitarme más”, ten un plan que dicte algo medible como, “Hoy, montaré en bicicleta 5 millas”.
- Toma medidas para cambiar tu entorno y tu horario. Si quieres evitar picar entre comidas, elimina los snacks en casa y empaca un almuerzo saludable. Cambia tu rutina diaria para tener tiempo para hacer ejercicio. Pasa menos tiempo en actividades que no añaden valor a tu día.
- Comprende tus puntos débiles. Haz tu mejor esfuerzo para entenderte a ti mismo y las formas en que podrías ceder. Tener una imagen clara de esto te dará fuerza mental durante esos momentos en los que podrías simplemente decir “a la mierda”.
- Establece alguna responsabilidad. De esta manera, puedes tener el apoyo de otro ser humano que no te dejará escapar. Dejado a tus propios medios, es más fácil saltarse el ejercicio.
Otra cosa que quieres hacer es recordarte por qué estás haciendo el trabajo. Aquí hay solo algunos de los beneficios de volverse y mantenerse más activo:
Los entrenamientos crean más energía en tu vida.
No te desesperes si te sientes letárgico al principio. Una vez que empieces a entrenar, te sorprenderá cuánta más energía encontrarás que tienes durante todo el día.
Los entrenamientos liberan endorfinas.
De la misma manera que otras actividades que inducen placer liberan los químicos felices del cerebro, el ejercicio te dará una dosis libre de culpa de las cosas buenas sin la resaca.
Entrenar traerá de vuelta lo sexy.
Podrías no ver los resultados que buscas después de una semana o incluso un mes, pero estás en camino a un tú más saludable y mejor. Verte y sentirte bien te dará una perspectiva más optimista, y eso es su propio tipo de sexy.
Entrenar es revelador.
Vivir un estilo de vida activo y perseguir tus objetivos de salud te mostrará de qué estás hecho. Te encontrarás más resiliente y más capaz de lo que inicialmente pensabas, y serás un ejemplo para otros. Serás un Wahooligan.
Los Wahooligans no solo entrenan porque el calendario cambió, o porque es algo cool de hacer. Lo hacen porque anhelan el desafío, la emoción y el dolor que vienen como parte integral de alcanzar sus objetivos de fitness. Además, no se trata solo de conseguir grandes abdominales o superar tu tiempo promedio. Se trata de siempre sudar, pedalear y correr hacia la mejor versión de ti mismo.